Aquel día los fontaneros habían dejado preparada la
instalación de calefacción, cuyos conductos salen del lavadero donde está la
caldera y van bifurcándose para las distintas estancias de la casa. Además los
albañiles ya habían empezado a tapar las rozas o los huecos para la instalación
eléctrica.
Os dejo como siempre el plano:
Y las fotos:
Dependiendo del tamaño de la estancia y los metros cuadrados
a calentar se calculan el número y tamaño de radiadores, eso normalmente lo
calcula el instalador que os hace la obra, o en caso de ser una casa más grande
o de nueva construcción, seguramente lo proyectará el aparejador o algún
ingeniero.
Una cosa que estuve mirando fueron los modelos de radiador,
yo hubiese preferido poner suelo radiante, pero para no perder altura y mucho
menos tener que subir un escalón para acceder al hogar, era imposible. Así que
nos fuimos a lo tradicional.
Los radiadores me parecen feos, aparatosos, antiestéticos y
acumulan polvo y suciedad. Pienso que los radiadores más bonitos son los
antiguos de hierro entre los que se puede meter el trapo o el plumero o los
modernos de diseño, inalcanzables para la clase media baja. Si contáis con
radiadores antiguos en buen estado podéis conservarlos y pintarlos, seguro que
quedan muy bien.
En nuestro caso, algunas habitaciones tenían radiadores
viejos muy muy oxidados y otras tenían guardapolvos estándar, así que no los
conservamos.
En mi empeño por encontrar unos radiadores decentes, no
necesariamente bonitos, planos para
evitar el acumule de porquería y fácilmente limpiables fracasé, así que me la
metieron doblada instalándome lo que se llama radiador común acumula polvo, con
sus huecos diseñados específicamente para comprarte 27 artilugios plumeriles diferentes
en los chinos con el propósito de que alguno quepa en esos rincones imposibles…
en fin.
Para los más favorecidos económicamente o para los curiosos
como yo, estoy preparando una entrada con radiadores super chulos, fuera de mi
alcance adquisitivo, pero que por lo menos nos alegran la vista.
Así que me despido aprovechando para tirar de las orejas a
los señores diseñadores de radiadores, que bien podían hacerlos fácilmente limpiables,
planos, de diseño low cost en vez de obligarnos a colgar semejantes muertos en
las paredes a los consumidores. Queda dicho!
Nada más por hoy.
Un saludo y que tengáis un feliz día amiguitos!
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