lunes, 25 de febrero de 2013

CRISALIDA_08: LA CONCEPCIÓN


Como escribí en la entrada anterior, en ésta vengo a hablaros un poco de cómo se acabaron juntando las idas de olla de la idea y la parte técnica del proyecto en un solo ente, porque diréis que si, que muy bien con la ideíta de la cansina de la crisálida, pero realmente en los planos no se vio crisálida alguna…

Pues sí, amigos, no se ve crisálida alguna, pero allí estaba trabajando los dos conceptos a la vez, alternando las líneas que tiraba en los bocetos de los planos, con las imágenes que os enseñé aquí que me sirvieron de inspiración…


Como no sabía muy bien por donde coger el asunto, empecé dibujando una crisálida encima de uno de los planos, a ver qué pasaba… y poco a poco acabé trazando una especie de esquemas de color marcando determinadas zonas en el plano.




 En mi idea primigenia de distribuir el espacio y convertirlo en crisálida seguí los trazos diagonales de éstos bocetos para dibujar los tabiques de las estancias, dando como resultado unos planos muy curiosos (que no creo que salgan a la luz), dinámicos y laberínticos con tabiques en diagonal jugando con distintos ángulos… fue entonces cuando llegó “mi churri” y me dijo: “yo ahí no vivo”, así que me puse manos a la obra para enderezar y encuadrar los tabiques en ángulos de 90, formalizando los planos con los resultados que os enseñé en ésta entrada.



Poco a poco fui adaptando mi propuesta, y pensé que ya que no podía girar las paredes, éstas aún siendo perpendiculares y paralelas entre sí pueden formar una especie de piel continua mediante colores o materiales que vaya envolviendo algunas zonas, viéndose así unas estancias afectadas por la parte interna de la piel y otras por la externa, creando una imagen característica y común que marque y recorra toda la vivienda.

Así que aquí, con una piel envolviendo estancias lo dejo, son demasiadas ideas para contar y asimilar en un día y no quiero extenderme más por hoy…

¡¡¡Feliz día amigos!!!

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